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El ritual de lo diminuto

Una conversación con Enrique Herrero Miravalles

Enrique Herrero (@kike_beroller) es pintor profesional especializado en pintura de miniaturas. Vive en Burgos y lleva años enseñando a otros lo que él mismo aprendió a base de repetir, fallar y volver a intentarlo. Sus obras han pasado por concursos, vitrinas y redes sociales, pero su manera de hablar de pintura es tranquila, sin alardes. Le gusta más el proceso que el resultado, más la constancia que el golpe de genio. Y si hay algo que no suele faltar cuando se sienta a trabajar, es una taza de café.

Hay costumbres que se repiten sin que uno se dé mucha cuenta, hasta que un día faltan. Para Kike, pintar empieza con una taza de café. No porque lo necesite, sino porque, si no está, al rato se levanta a por una.

“Cuando me voy a poner a pintar siempre llego con una taza de café, y si no lo hago, me voy a tener que levantar al poco a por una.”

Lo dice en serio. No es una manía rara, es costumbre. El café va antes que la pintura. Es lo primero que hace cuando va a empezar, como quien prepara el cuerpo para lo que viene. No hace falta música, ni silencio total. Solo eso: taza en mano, pincel cerca.

Miniatura pintada por Enrique Herrero – pintura de miniaturas

Marine espacial pintado y fotografiado por Enrique Herrero (@kike_beroller). © Enrique Herrero, 2025.

A veces haces una pregunta esperando que el otro se enrede un poco, que se ponga a pensar en futuros alternativos o en cómo se las apañaría sin tal herramienta. Pero Enrique no se complica.

“Mi proceso de pintura se basa al 90%, y a veces al 100%, en el pincel… así que no cambiaría mucho.”

Lo dice sin darle importancia. Porque para él es lo normal. No hay trucos escondidos ni atajos milagrosos. Solo pincel y tiempo.

Y es curioso, porque hoy en día, en la pintura de miniaturas moderna, la mayoría de pintores profesionales usan el aerógrafo casi como punto de partida. Kike, en cambio, lo tiene ahí, pero apenas lo toca. No por rechazo, ni por nostalgia, sino por otra cosa. Una especie de romanticismo práctico: seguir usando lo que conoce, porque le funciona, porque le gusta, y porque no siente que le falte nada.

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Miniaturas pintadas y fotografiadas por Enrique Herrero (@kike_beroller). © Enrique Herrero, 2025.

Le pregunto por errores. Por esas veces en que algo sale mal pero, por alguna razón, funciona. No tiene una historia concreta que contar, pero no duda.

“A todos los pintores nos habrá pasado de dar alguna pincelada ‘por error’ y decir… pues queda bien… y así se queda.”

Es algo que solo se aprende con el tiempo: no pelearse con todo lo que sale distinto a lo planeado. A veces es una sombra mal puesta, una luz que rebota de forma rara, un tono que no era el que querías… y ahí está. Funciona. Hay una parte del proceso que no se controla. Y, si sabes mirar, puede que lo mejor de una pieza esté justo en lo que no buscabas.

Cuando sale el tema de lo que le gustaría pintar pero aún no ha hecho, la respuesta no tarda mucho en aparecer. Y pronto, sin buscarlo, aparece también un color. Hay cosas que te gustan pero apenas tocas. Personajes que te rondan la cabeza, colores que te atraen pero no terminan en el pincel. A Kike le pasa con Star Wars y con el morado.

“Como fan de Star Wars… algún personaje de las películas, que he pintado muy muy poco de ellos.” “El morado es un color que me gusta mucho, pero no lo suelo usar mucho en mis composiciones, y no sé por qué.”

No todo sale a la primera. Algunas miniaturas se resisten, otras directamente se burlan de ti. Kike recuerda una en particular:

“Un busto anatómico que pinté como si fuera Coloso, de los X-Men. Imitando el metal y los reflejos... Sudé tinta para que quedara algo medianamente creíble.”

Busto Coloso, X-Men – Enrique Herrero (@kike_beroller). © Enrique Herrero, 2025.

A estas alturas, después de tantas figuras, encargos, talleres y pruebas, le pido que resuma todo en una palabra. Su mayor aprendizaje. Su respuesta no sorprende, pero no por eso vale menos.

“Constancia.”

Y luego lo explica:

“El pintar mucho es lo que te hace mejorar. Por muchos cursos a los que vayas, muchos vídeos que veas, muchos manuales que te leas, si no practicas, no sirve de mucho.”

No suena a consejo ni a frase de motivación. Suena a experiencia. A una verdad sencilla que cuesta aplicar: pintar no es hacer algo perfecto, es hacerlo muchas veces. Hasta que sale.

Ya casi al final, le pregunto si pinta en silencio, con música, con algo de fondo. La respuesta, como todo lo anterior, es clara y sin adornos.

“Me suelo poner podcast, partidas de rol, trasfondo de Warhammer, de cómics…”

Nada de playlists con nombres épicos ni bandas sonoras de batalla. Lo que suena mientras pinta es voz, historias, mundo. Como si mientras avanza con el pincel, también avanzara dentro de otros relatos. Porque al final, pintar es eso: estar quieto, pero irte a otro sitio.

Después de un tiempo compartiendo aula, cursos y rutinas, desde el 1 de julio Kike arrancó su propia academia de pintura de miniaturas, con espacio en @lafragua_makers y el mismo enfoque de siempre: pincel, constancia, y ganas de aprender.

Enrique Herrero – Academia de pintura de miniaturas @kike_beroller © 2025

Las clases regulares empezarán a partir de septiembre, las inscripciones ya están abiertas.

Y mientras la figura va tomando forma, el día sigue fuera. El café se enfría, el pincel se carga de nuevo, y la historia continúa. Aunque nadie la vea.

@kike_beroller

Pintor profesional de miniaturas

@whoisrooster

Entrevista y redacción

2 Comments
  • Amaia
    Posted at 16:12h, 09 agosto Responder

    Que interesante! Deseando ver más!!!

  • Maika
    Posted at 08:09h, 20 agosto Responder

    ¡Qué calidad a la hora de pintar! Además es algo para lo que hace falta muy buena paciencia (y pulso de cirujano).
    Creo que pintar miniaturas y crear historias de esos mismos personajes van muy de la mano y es una forma estupenda de crearlos, con mimo y paciencia.

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