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Cuarto Turno:

Stranger Things y Dragones & Mazmorras – No cambies nunca, Dustin Henderson (IV)

Este artículo se incluye dentro de nuestro

"En un mundo que jamás le hizo sitio, Eddie aún tenía espacio para querer a los demás."

Un viaje por Stranger Things y Dragones & Mazmorras para entender por qué imaginar juntos sigue siendo una forma de estar a salvo.

Esto… no me lo esperaba

Cuarta temporada. Hasta ese momento, pensaba que ya tenía claro qué personajes me importaban de verdad en Stranger Things: los que intentan mantener algo vivo aunque el mundo vaya en otra dirección. Dustin era eso. 

Y entonces aparece Eddie Munson (como no iba a llamarse Eddie)

Llega haciendo poco ruido, pero con una personalidad que no encaja en Hawkins… y justo por eso funciona. Comparte con nuestros protagonistas la etiqueta fácil: “friki”, “inadaptado”, ese sello de los ochenta que te colocaba al margen por simplemente interesarte por algo que no fuese “lo normal”. Le gusta el rol, el heavy metal, todas esas cosas que otros personajes viven con disimulo, incluso con un poco de vergüenza.

Pero Eddie tiene algo que ellos todavía no tienen del todo, y no porque sea más valiente o más listo, sino por pura personalidad: esa forma de agrandarse a través de lo que le gusta. No es una pose ni rebeldía. Es, casi seguro, la consecuencia de haber pasado demasiados años sintiéndose fuera de lugar y de haber decidido, a base de golpes, que esconderse no servía para nada.

No se avergüenza. No disimula. Y no lo esconde. Se planta en mitad del instituto con su pelo largo, la cadena colgando, los vaqueros rotos y la camiseta del Hellfire Club, como si fuera la cosa más natural del mundo.

Y lo es, claro. Lo que pasa es que nadie más había tenido el valor de ser tan claro.

Eddie no es “otro friki”. No está en un rincón, con la cabeza baja para no molestar. Todo lo contrario: contesta, empuja, desafía. Usa lo que le gusta como escudo, pero también como arma. No es solo que juegue a rol, es que lo reivindica.

El efecto Munson

Es curioso cómo —al menos a mí— me dio tiempo a coger cariño a Eddie en apenas un par de escenas. Hay personajes que necesitan temporadas enteras, y aun así, no lo consiguen, (sí, Will, lo siento, pero hablo de ti). Bastó verlo un par de veces para entender que era “de los míos”.

Y creo que tiene que ver con algo muy sencillo: Eddie es ese jugador que entra tarde en una campaña pero, en cuanto abre la boca, sabes que va a ser oro. No hay que explicarle el tono, ni el ritmo, ni el espíritu del juego.

Quizá por eso encaja tan rápido, y tan bien con Dustin. 

Dustin lo ve dirigir el Hellfire Club y entiende que Eddie y él viven el rol igual: como un lugar en el que puedes ser más valiente de lo que eres fuera.

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Aquí es donde nos rompemos

Lo curioso con Eddie es que su muerte (aunque duele) no es lo que más te rompe. Lo que de verdad te atraviesa llega un poco antes, en esos segundos en los que, por fin, lo ves sin la pose, sin las bromas, sin la coraza que ha llevado desde el primer episodio. Ahí es donde descubres quién es de verdad. 

Ese momento con Dustin, ese “No cambies nunca, Dustin Henderson. Prométemelo”, pesa más que todo lo que viene después. No es un momento épico, ni un discurso preparado, es, sobre todo, un momento honesto. Una frase lanzada al vuelo, casi sin pensar, pero que condensa lo que llevamos toda la temporada intuyendo:  

Eddie es un muy buen tío.

De los de verdad.

Alguien al que querrías como amigo. 

Y ese es el verdadero golpe:
darse cuenta de que, en un mundo que jamás le hizo sitio, de hecho, más bien lo contrario, Eddie aún tenía espacio para querer a los demás. Para ver lo que valían incluso cuando él mismo dudaba de su propio valor.

Eddie no se marcha como un héroe.
Se va como lo que fue desde el principio:
alguien que, en mitad del caos, eligió ser una buena persona.
Y eso —en la vida, en las campañas, en la ficción— es lo que más duele perder. 

¿Y tú?

¿Recuerdas la primera vez que tiraste un dado o imaginaste algo junto a otros? ¿Jugabas de niño? ¿Has vuelto a hacerlo?

@whoisrooster, fundando desde los márgenes
@whoisrooster

Director creativo y editor
Redacción del texto. Diseño y maquetación.

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