Andrea (Droidena), descubrió la pintura de miniaturas tarde, casi por accidente. Desde entonces, la ha convertido en oficio, en ritual y en recuerdo. Esta es una conversación sobre colores, errores y si… también un poco sobre la fragilidad que a veces impone el cuerpo.
Cuando le pregunto quién es, Andrea no se detiene demasiado. Dice que pinta desde su estudio en Zaragoza y que todo empezó en 2017, cuando trabajaba como Staff en Games Workshop. Lo cuenta como si no hablara de la empresa más conocida del mundo de las miniaturas. Parece que para ella, lo importante estaba en otra parte: en ese primer contacto con el pincel y en descubrir un espacio nuevo donde quedarse.
Prefiere que su perfil en redes sea una galería de trabajo, no un escaparate personal. No es por misterio ni por querer levantar un muro: simplemente se siente más cómoda así. Hubo épocas en las que compartía algo más de su vida, pero ahora elige que hablen las figuras, los procesos, las piezas terminadas. Un poco como dice el refrán: deja que tu trabajo hable por ti.
“Cuando no estoy pintando, disfruto del tiempo con mi pareja y amigos, de mi padre y de mi perra. Me siento muy afortunada por el círculo que tengo a mi alrededor: personas tanto dentro como fuera del mundillo que aportan mucho a mi vida.”
En un oficio tan solitario como la pintura de miniaturas, la red que la envuelve también forma parte de la obra, aunque no aparezca en ninguna foto. Ese círculo cercano, dentro y fuera del hobby, no solo acompaña: sostiene, da sentido, ofrece perspectiva.
Pintado y fotografiado por @droidena. © Droidena, 2025.
El arte siempre estuvo ahí. Dibujaba, pintaba, probaba manualidades desde pequeña. Eligió el camino artístico en bachillerato y continuó con un grado superior en ilustración. Pero nunca llegó a encontrar su lugar en ese terreno más purista.
Las miniaturas fueron, como ella misma dice, la pieza que encajó el puzzle, un espacio donde podía unir todo lo aprendido y hacerlo suyo: el combo perfecto, que mezcla creatividad en el montaje, la pintura, la elección de colores y la libertad de experimentar en cada detalle.
Convertir lo que empezó como un hobby en un trabajo nunca es un camino recto. Hay vértigo, dudas, ese miedo de que lo que amas se desgaste hasta volverse rutina o carga. ¿Será suficiente?, ¿aguantará en el tiempo?, ¿merece la pena arriesgar?
Para Andrea, sí.
“Fue un salto lleno de miedo, precariedad e incertidumbre. Sin la confianza de la gente de mi círculo, no habría sido posible. Emprender en este país impone mucho: el ecosistema es hostil, pero creo que siempre merece la pena dar el paso”
“The Woodworker”, fanart basado en una ilustración de Tom Booth y esculpido por Bruno Sanches.
Pintado y fotografiado por @droidena. © Droidena, 2025.
El blanco nunca es solo blanco. Para ella, cada figura empieza antes de la pintura: en un iPad, en un boceto previo, en esa especie de mapa digital que le ayuda a situar la dirección de la obra. Ahí se mide, se plantean volúmenes, se ensayan colores, se tantea qué quiere contar.
“En la mayoría de los casos realizo un estudio previo de las piezas. Para ello utilizo el iPad con Procreate, que me da mucha versatilidad a la hora de visualizar hacia dónde quiero llevar la propuesta. Antes me preguntabas por rituales: quizá este sea uno de ellos”
Ese gesto inicial, esa primera conversación con la figura, marca el tono de todo lo que vendrá después.
“Siempre que empiezo una pieza especial, necesito sentarme con el iPad, medir, plantear, pintar en digital y establecer una dirección que corresponda a lo que quiero transmitir. Este proceso puede llevarme horas, días o incluso semanas, dependiendo del proyecto”
El diseño previo rara vez coincide con el resultado final. Pero ahí está su valor: funciona como brújula, no como mapa cerrado. Lo usa como guía, como referencia, aunque sabe que en el camino se desviará.
“No soy una pintora muy técnica: vengo de un perfil experimental en ilustración y prefiero que primen las sensaciones y el storytelling sobre la perfección técnica de los acabados”
Proceso de pintura de miniatura @droidena. © Droidena, 2025.
El plan está, la brújula también, pero ninguna pintura se sostiene sin desviarse un poco del camino. En algún punto aparecen los errores, las decisiones improvisadas, lo que se tuerce o lo que sorprende.
“Si entendemos la palabra error como algo negativo, la mayoría los considero reversibles. Si ocurren y me condicionan lo suficiente, hago todo lo posible por corregirlos hasta sentirme satisfecha con el trabajo. Me considero exigente conmigo misma: necesito sentirme tranquila y alineada con mi propuesta; si no tengo esa sensación, no puedo dar por terminada una pieza”
En este punto coincide con lo que nos contaba Enrique Herrero en su entrevista: “A todos los pintores nos habrá pasado de dar alguna pincelada ‘por error’ y decir… pues queda bien… y así se queda.”
“No todos acaban siendo negativos. A veces marcan nuevos retos y caminos por explorar. Además de la constancia, el estudio y la dedicación, esta es otra cara del prisma: una que enseña valiosas lecciones.”
Storytelling© Droidena, 2025.
El apego no siempre forma parte del proceso. Andrea lo explica de forma muy clara:
“No soy una persona que sienta apego por mis propias figuras; de hecho, de algún modo las ‘dejo de ver’, así que siempre prefiero que se disfruten fuera de mi estudio. Lo que realmente me hace feliz es el camino en sí: la planificación, la lluvia de ideas, el registro y documentación de mis procesos y reportajes. Todo ello me sirve para analizar cada viaje, aprender de mis propias inercias y tratar de mejorar.”
Lo valioso, para ella, no está en lo que se queda en la vitrina, sino en lo que se aprende en el trayecto. Eso sí, cuando colecciona obras de otros artistas, la mirada cambia: ahí sí se permite sentir ese aprecio que a veces niega a sus propias miniaturas.
Lady Elisse Duchaard sobre unicornio. Pintado y fotografiado por @droidena. © Droidena, 2025.
Aquí… la entrevista se vuelve más íntima. En marzo, sufrió un desprendimiento de retina. Un frenazo seco, un corte en mitad del camino, que la obligó a mirar de frente futuros que hasta entonces solo eran un rumor lejano.
“Así que sí, ha ocurrido: he tenido que parar todo en seco y pensar mucho en los futuribles. La conclusión, siempre, es que nada me ha conectado tanto conmigo misma como esto. Y, sea de la forma que sea, me gustaría mantenerlo en mi vida.”
Ahora, en plena recuperación, busca retomar poco a poco los encargos y también un proyecto personal: una serie de piezas reducidas, casi como cápsulas de storytelling en apenas 2×2×7 cm. Una escala mínima para hablar de cosas grandes.
Cuando la conversación gira hacia los demás, hacia la escena en general y el trabajo de otros pintores, prefiere alejarse de la lógica de los rankings.
“No miro el trabajo de otros con la lupa del oficio; prefiero conservar la mirada curiosa y entusiasta que me hizo elegir este hobby como forma de vida. (…) Lo bonito de este mundo es que no es académico: aquí conviven personas de todos los niveles, y cualquier pintor o pintora, con más o menos experiencia, puede sorprenderte con sus propuestas.”
Más que fijarse en quién «está en la cima», parece disfrutar del mosaico que compone la comunidad: miradas distintas, soluciones inesperadas, piezas que sorprenden sin importar si vienen de alguien consolidado o de una persona que acaba de empezar.
Droidena está dando forma a su propia web, aún en construcción pero pensada como un espacio donde reunir su trabajo y procesos
Como habéis podido ver, la artista, no habla de metas ni de grandes planes. Su obra avanza como quien camina paso a paso, sin necesidad de llegar a un destino. Incluso tras una pausa forzada, sigue ahí, probando, retomando y proyectando. Lo que importa no es cuánto duren las piezas en su mesa, sino que siempre haya otra esperando.
Pintora profesional de miniaturas
Entrevista y redacción
6 Comments
Maika
Posted at 10:16h, 20 agostoPrimero enhorabuena, es una entrevista delicada, íntima y que deja entrever un proceso artístico y artesanal al que no le falta mimo y corazón. En un mundo como este que todo es producto predefinido, algo como lo que aporta Andrea se siente como aire fresco.
Amaia
Posted at 12:43h, 20 agostoCuando pensaba en el mundo de las minis jamás hubiera imaginado piezas como estas. Estoy maravillada… es un modo de darle otro camino a un arte que pese a lo que cuesta está muy poco valorado. Mis dieces.
Elisa
Posted at 17:08h, 20 agostoAndrea tiene magia. Pinta fuera del molde, y eso mola mucho. Te deseo una pronta recuperación 🫶🏻
Fernando Gutierrez
Posted at 17:42h, 23 agostoGracia por el trabajo de difusión que estás haciendo, conocer un poco más de artistas admirables.
Desde Guatemala dónde estoy está en pañales apreciamos mucho esto.
whoisrooster
Posted at 06:29h, 25 agostoHola Fernando, muchas gracias a ti por tomarte el tiempo de escribirnos. Nos alegra un montón saber que desde Guatemala también llega lo que hacemos.
Un abrazo.
Joseph Antony Fernandes
Posted at 07:27h, 12 septiembreAndrea es única, una bellísima persona y una artista fuera de lo común con piezas que evocan muchas emociones. Espero que se recupere pronto y nos vuelva a sorprender con sus trabajos.